España recibirá 81.082.911 euros de la reserva agrícola de la UE de 2023 para afrontar los daños provocados por la sequía u otras dificultades de los mercados, de acuerdo con la propuesta que la Comisión Europea ha presentado este 26 de junio a los Estados miembros. En total, ha procedido al reparto de los 330 millones de euros aún no comprometidos de la reserva entre los 22 países que todavía no se habían beneficiado de ella. España es el principal beneficiario de esa partida, seguido de Italia (60,5 millones de euros), Francia (53,1 millones) y Alemania (35,7 millones de euros).
De acuerdo con la propuesta de la Comisión, los Estados miembros pueden complementar el apoyo comunitario con fondos nacionales hasta un límite equivalente al montante fijado por Bruselas. Las autoridades nacionales distribuirán la ayuda directamente entre los agricultores y ganaderos afectados por pérdidas económicas debidas a alteraciones de los mercados, elevados costes de producción, caída repentina de precios de los productos agrarios o inclemencias climáticas, especialmente graves -dice Bruselas- en España, Portugal e Italia. También pueden utilizarse estos fondos para financiar la destilación de vino con el fin de evitar un mayor deterioro del mercado. Las ayudas que se aprueben en el marco de esta propuesta deberán abonarse a los beneficiarios antes del 30 de diciembre.
Ahora los Estados miembros deben votar la medida en el seno del Comité de la Organización Común de los Mercados Agrarios.
Asimismo, la Comisión sugiere ofrecer a los Estados miembros la posibilidad de modificar sus planes estratégicos nacionales de aplicación de la PAC con el fin de reorientar fondos hacia inversiones que permitan recuperar el potencial de producción de cultivos, pérdida de animales, daños en infraestructuras o en maquinaria como consecuencia de las inclemencias meteorológicas. También se permitirá cierta flexibilidad en la ejecución de los programas sectoriales de frutas y hortalizas y de vino, para que los beneficiarios puedan adaptar sus medidas a la situación del mercado.
Por otro lado, los Estados miembros de la UE han desbloqueado la ayuda de 100 millones de euros procedentes de la reserva agrícola con destino a los países fronterizos con Ucrania que sufren alteraciones de mercado debido a la afluencia de grano ucraniano. Se trata de Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.
De acuerdo con la propuesta de la Comisión, los Estados miembros pueden complementar el apoyo comunitario con fondos nacionales hasta un límite equivalente al montante fijado por Bruselas. Las autoridades nacionales distribuirán la ayuda directamente entre los agricultores y ganaderos afectados por pérdidas económicas debidas a alteraciones de los mercados, elevados costes de producción, caída repentina de precios de los productos agrarios o inclemencias climáticas, especialmente graves -dice Bruselas- en España, Portugal e Italia. También pueden utilizarse estos fondos para financiar la destilación de vino con el fin de evitar un mayor deterioro del mercado. Las ayudas que se aprueben en el marco de esta propuesta deberán abonarse a los beneficiarios antes del 30 de diciembre.
Ahora los Estados miembros deben votar la medida en el seno del Comité de la Organización Común de los Mercados Agrarios.
Mayor anticipo de ayudas, reorientación de fondos
La Comisión Europea ha propuesto también elevar el porcentaje de las ayudas de la PAC de 2023 que puede concederse como anticipo a partir del 16 de octubre de este año. En el caso de las ayudas directas dicho porcentaje podrá ser de hasta el 70% del importe de los pagos y en el caso de las medidas de desarrollo rural de hasta el 85%.Asimismo, la Comisión sugiere ofrecer a los Estados miembros la posibilidad de modificar sus planes estratégicos nacionales de aplicación de la PAC con el fin de reorientar fondos hacia inversiones que permitan recuperar el potencial de producción de cultivos, pérdida de animales, daños en infraestructuras o en maquinaria como consecuencia de las inclemencias meteorológicas. También se permitirá cierta flexibilidad en la ejecución de los programas sectoriales de frutas y hortalizas y de vino, para que los beneficiarios puedan adaptar sus medidas a la situación del mercado.
Por otro lado, los Estados miembros de la UE han desbloqueado la ayuda de 100 millones de euros procedentes de la reserva agrícola con destino a los países fronterizos con Ucrania que sufren alteraciones de mercado debido a la afluencia de grano ucraniano. Se trata de Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.